¡Hola a todos, estoy encantado de tenerlos aquí! Soy Manu'a. Mi conexión con el océano es profunda como tahitiano, donde mi familia y yo siempre hemos vivido junto al océano. Es parte de nuestra familia, y siento una fuerte sensación de bienestar y energía cuando estoy en el agua.
Como embajador de la marca Beach-Street Skincare, mi misión es compartir mi entusiasmo por proteger los océanos y mantenerlos limpios. Su protector solar me ayuda a mantenerme protegido mientras mi piel se mantiene hidratada y el océano a salvo.
Hoy los llevaré en este increíble viaje a través de mi vida como surfista. Bali es mi patio de recreo definitivo, y cada día es una aventura.
Empecé a surfear a los cuatro años, pero hice una pausa después de un incidente aterrador con una ola. Sin embargo, volví más fuerte, y ahora el surf es mi vida. Me trae alegría y el impulso de mejorar cada día.
Mi camino en las competiciones de surf ha sido desafiante, pero estoy decidido a seguir avanzando, mejorando mis habilidades cada día y luchando por el éxito en el mundo del surf.
Mi objetivo final es convertirme en un surfista profesional reconocido mundialmente, viviendo el sueño de viajar por el mundo mientras abrazo la libertad de ser un surfista libre y también haciendo mi parte para preservar nuestros patios de recreo, los océanos y los arrecifes. Por eso estoy feliz de trabajar con marcas sostenibles y agradecido de obtener el apoyo para seguir trabajando en mis metas.
¿Estás listo para experimentar la dedicación, la disciplina y la pura emoción que impulsan mi camino hacia el éxito? ¡Entonces sigue leyendo!
Levántate y brilla - ¡Es hora de tallar algunas olas!
Mi día comienza con el sol, generalmente alrededor de las 6 de la mañana. Empiezo con un delicioso desayuno y caliento mi cuerpo con algo de calistenia. Luego, es hora de ir a las olas y dejar que la magia suceda. Ya sea que esté atrapando olas pequeñas en Nyang Nyang o enfrentándome a las grandes en Uluwatu, ¡estoy totalmente entregado! Ah, y no olvides la crema Beach-Street Skin SPF 50, tengo que proteger mi piel y mostrar amor a nuestro hermoso océano. Las mañanas son mi momento favorito porque tengo las olas para mí solo antes de que llegue la multitud.
Alimentando la pasión
Recargando mente y cuerpo Después de una intensa sesión de surf, es hora de domar a la bestia del hambre. Soy muy estricto con la disciplina, especialmente cuando se trata de mi dieta. Las calorías, las proteínas y las vitaminas se convierten en mis mejores amigas, ayudándome a recuperarme y a mantenerme en plena forma. Yo me encargo en la cocina, preparando comidas que no solo son deliciosas sino que también alimentan mi fuego surfista.
Estudiando y levantando pesas
Cuando es hora de hincar los codos, me pongo mi gorra de pensar y me sumerjo en los estudios durante un buen rato. Hay que mantener las notas a raya mientras persigo mi pasión, ¿verdad? Después, es hora de ir al gimnasio. A veces, voy al legendario 360 Move en Uluwatu, pero también tengo mi propia zona de entrenamiento en casa. Con la guía del programa Ultimate Riders, me enfoco en la movilidad, fortaleciendo mis ligamentos y músculos para evitar lesiones, y estando listo para lo que el surf me depare.
Encontrando mi Zen - Relajándome y emocionándome
Para encontrar mi paz interior, termino el día con algunos movimientos de yoga. Estirar esos nudos y volverme tan flexible como una banda elástica es crucial para mi rendimiento. Una vez que estoy completamente zen, es hora de satisfacer la bestia del hambre con una merecida cena. Antes de acostarme, gestiono mi presencia en las redes sociales, conectando con mis seguidores y contagiando la emoción.
Las vacaciones de verano y más allá: liberando todo el potencial del surf
Cuando llega la temporada alta, ¡es la hora del juego! Llevo mi surf, entrenamiento y disciplina al siguiente nivel, preparándome para las próximas competiciones. Trabajar con un entrenador de surf le da un impulso extra a mi rendimiento, asegurándome de que estoy listo para cualquier situación competitiva. Y no olvidemos mi amor por el Muay Thai. Mantengo mi entrenamiento en este arte marcial para agudizar mis reflejos y mantener mi agilidad a punto. Por supuesto, siempre hago tiempo para pasar el rato con amigos, relajarme y recargar energías para la semana que viene.
¡La vida como surfista profesional es una aventura salvaje, y estoy agradecido de vivirla!
Por último, pero no menos importante:
Al final, creo que, seas un surfista joven o experimentado, debemos preservar este magnífico patio de recreo y forma de vida que es el Océano. Así como compartimos olas con otros surfistas, debemos compartir un esfuerzo personal y regular con el Océano para preservarlo lo mejor posible.
Usar productos que estén en armonía con el océano es un paso crucial en este proceso.
¡Mantengamos la calma, divirtámonos, estemos entusiasmados y generemos olas positivas juntos! ¡Nos vemos en el agua!