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LA IMPORTANCIA DE LA SALUD DE LA PIEL
The skin is the largest organ of our body. The skin is made up of three main layers: the epidermis, dermis and subcutis. Our skin is a good indicator of our general health and plays a vital role in protecting us from external factors such as the sun’s harmful rays, pollution, and bacteria.
Sun exposure can have a significant impact on our skin health. While the sun provides us with essential Vitamin D, too much exposure to UV rays can lead to premature aging, skin damage, and even skin cancer. That’s why it’s important to take steps to protect our skin from harmful UV rays.
By applying sunscreen regularly, we can significantly reduce the risk of sunburn and other forms of skin damage.
In addition to using sunscreen, there are other steps we can take to protect our skin from sun damage. Wearing protective clothing such as hats and long-sleeved shirts can help to block out harmful UV rays. And avoiding direct sunlight during peak hours (typically between 10 am and 2 pm) can also help to reduce the risk of sun damage.
Take action today and start taking steps to protect your skin!
By following these simple steps, you can help to protect your skin and keep it looking and feeling its best. So take the time to care for your skin, and you’ll be rewarded with healthy, beautiful skin for years to come.

¿Qué pasa con la piel sensible y madura?
Piel sensible y piel hiperalérgica
La piel sensible e hiperalérgica necesita una protección extra suave, ya que puede reaccionar negativamente con facilidad a ciertos ingredientes químicos comunes en los protectores solares o productos para después del sol. La mejor opción son los protectores solares 100 % minerales, como los formulados con óxido de zinc y dióxido de titanio sin nanopartículas, que son menos propensos a causar irritación que los protectores solares con químicos. También es recomendable evitar las fragancias, el alcohol y otros irritantes potenciales para minimizar el riesgo de reacciones cutáneas.
Piel madura
La piel madura pierde elasticidad y se vuelve más fina y delicada con el tiempo, haciéndola más susceptible a los daños causados por la exposición a los rayos UV. Usar un protector solar mineral de amplio espectro con antioxidantes añadidos como la vitamina E (acetato de tocoferilo) puede ayudar a proteger contra el daño de los radicales libres. Si bien la vitamina C también es beneficiosa, es importante tener en cuenta que no suele estar incluida en las fórmulas de los protectores solares, sino en sérums antioxidantes independientes. Para el cuidado posterior a la exposición solar, los productos enriquecidos con péptidos pueden favorecer la reparación de la barrera cutánea, mientras que el retinol (si se tolera) puede ayudar a estimular la producción de colágeno y minimizar la aparición de líneas de expresión y arrugas. Sin embargo, el retinol generalmente no se recomienda para la piel expuesta al sol y debe usarse como parte de una rutina de cuidado facial nocturna.

La protección solar no tiene por qué ser complicada, sino constante.

Buena saber
No importa si llueve, está nublado o soleado: los rayos UV dañan la piel los 365 días del año. Las revisiones regulares con un dermatólogo son cruciales para detectar cualquier cambio en la piel a tiempo, incluso si eres diligente con la protección solar. Después de la exposición al sol, nuestra piel necesita un cuidado extra. Usa una loción hidratante para reponer la hidratación y aplica un gel refrescante con aloe vera o pepino para aliviar las quemaduras solares y la inflamación, y prevenir el envejecimiento cutáneo asociado al sol.
Cuidar la piel después de la exposición al sol es tan importante como protegerla de los dañinos rayos UV.

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